EL DALAI LAMA, SE RETIRA

El Dalai Lama se retira

El sol brilla en el templo de Tsug Lha Khang, en las estribaciones de los Himalayas indios, y cientos de tibetanos se han reunido en el patio para un banquete. Mientras monjes budistas sirven arroz blanco y estofado de verduras, suenan las trompas y los címbalos chocan. Este tipo de celebraciones son comunes aquí –los monjes suelen dar de comer a los aldeanos locales como un acto de servicio para obtener mérito kármico– pero el aire festivo parece capturar el humor del hombre que vive junto al templo. Al Dalai Lama, a pesar de las muchas peticiones de sus constituyentes, finalmente se le concedió su deseo de retirarse oficialmente de su cargo en el gobierno.

El Parlamento tibetano ha exhortado dos veces a Su Santidad que reconsidere, pero él incluso se había negado a leer un mensaje de ellos o a reunirse con legisladores. Estaba decidido. El 29 de mayo ya estaba todo firmado. Esto marca una separación excepcional y voluntaria entre la Iglesia y el Estado: por primera vez en más de 350 años, el Dalai Lama ya no es el líder secular ni espiritual del pueblo tibetano. Si bien el gobierno tibetano desde el exilio ha sido principalmente democrático por décadas, el Dalai Lama seguía teniendo la última palabra en cualquier decisión política dentro de la diáspora. Él nombraba a los enviados al extranjero, determinaba el alcance y los tiempos de las negociaciones con China, tenía el poder de firmar o vetar proyectos de ley e incluso podía disolver el Parlamento.

Ahora, con su firma, su título formal cambió de “Cabeza de la nación” a “Protector y símbolo del Tíbet y el pueblo tibetano”. Muchas de sus responsabilidades políticas recaerán sobre Lobsang Sangay, un erudito legal de Harvard de 43 años que fue elegido en abril para el cargo de Primer Ministro.

China, que desestimaba la transferencia de poder al llamarlo un “truco”, se ha rehusado a reunirse con Sangay. El gobierno Comunista cree que la lucha por la autonomía tibetana morirá con el Dalai Lama; sólo tienen que esperar a su muerte. Al dejar las riendas del gobierno a los gobernados, Su Santidad cuenta con la habilidad de la democracia para que le sirva de baluarte contra la opresión china. A sus 76 años, sabe que no va a estar para siempre al timón del Estado. Él cree que los tibetanos deben aprender a navegar por sí mismos.

Tenzin Gyatso, el 14º Dalai Lama, nació en 1935, hijo de un agricultor en una pequeña aldea tibetana. Según la tradición antigua, los sueños y las visiones de altos Lamas y oráculos condujeron a un equipo de búsqueda hacia el niño. A la edad de dos años, él podía identificar gente y pertenencias de su vida pasada y fue oficialmente reconocido como la reencarnación del 13er. Dalai Lama. A sus cuatro años, entraba a Lhasa, la capital, y fue nombrado el líder espiritual de su pueblo. A los 15, se convirtió en cabeza del Estado. En 1959, cuando las tensiones con el ejército chino llegaron a un punto álgido, huyó a la India, desde donde ha dirigido a la diáspora tibetana a partir de entonces.

Mirando atrás sus 60 años de liderazgo, tiene mucho de qué estar orgulloso. Ha establecido un gobierno exitoso y estable desde el exilio y se ha mantenido firme contra un régimen brutal. Como el primer Dalai Lama en viajar al Occidente, ha ensalzado las virtudes de la no violencia a millones de personas, en un esfuerzo de toda la vida que le mereció un Premio Nóbel de la Paz. Como el líder espiritual del Tibet, sigue siendo la personificación de la lucha de su país.